El camino hacia la liberación, empoderar al pueblo para que no dependa del gobierno

 

A la derecha Jesús Silva con su esposa Saray Fernández y niños de la comunidad

Hay muchas cosas que se pueden hacer en Cuba para que el pueblo asuma el camino hacia la liberación. No hay que ser un héroe para que la gente tome las riendas de su destino y no dependa del gobierno.  Este es el caso de Jesús Silva, dirigente del CID en la comunidad de Briones Montoto, quien reunió a los vecinos para solicitar la solución de un problema y ante la respuesta del delegado del Poder Popular de que no se podía hacer nada por el momento debido a que no había recursos, entonces exigieron, al gobierno que resolviera el problema y cuando éste los ignoró, como era de esperar, decidieron empezar a darle solución ellos mismos.

 

En mi barrio los niños no tienen un lugar apropiado para distraerse y desarrollarse mediante el entrenamiento con juegos en los momentos ociosos de sus días de infancia. La localidad no cuenta con un parque infantil donde ellos puedan jugar; pasan todos los días descalzos, correteando de un lado para otro, juegan con tierra, con escombros de madera, de hierro y de cemento u otros desechos sólidos como frascos de medicamentos vacíos que les sirven de juguete, incluso muchos niños merodean los basureros buscando con qué entretenerse durante el día mientras sus padres pasan ese tiempo trabajando u ocupados.

 

Esto ha traído como consecuencia que muchas niñas en la edad de la pubertad queden embarazadas sin planificar ni esperar ese paso, sin ni siquiera estar preparadas o aptas fisiológicamente, incluso muchos han sido los casos de niñas que entre 11 y 15 años de edad han quedado embarazadas, en lo cual también influye considerablemente la falta de espacios recreativos sanos para ellos, y se refugian en quemar las etapas de la vida buscando otros entretenimientos y descubrimientos no factibles ni apropiados para esa etapa crucial del desarrollo de los niños en la pubertad.

 

Este problema que afecta a los niños en mi comunidad como también a los infantes de otras comunidades aledañas, se puede solucionar creando espacios recreativos sanos y también construyendo uno o más parques infantiles o centros de recreación donde ellos puedan asistir durante el día y aprovechar bien y “sanamente” sus días de infancia, dándole el sentido adecuado a esa etapa primordial de la vida donde la niña y el niño se van formando paulatinamente.

 

Entre varios residentes de la comunidad redactamos una carta colectiva firmada por ellos y por muchos más vecinos que también estuvieron de acuerdo con el planteamiento de la solicitud de espacios recreativos para niños y adolescentes, todos los firmantes fueron padres y madres de muchos niños en la comunidad, a la carta se le hicieron varias copias, una de ellas fue entregada al delegado de la comunidad, acto seguido llevamos directamente las otras copias a las demás instancias del Poder Popular en el municipio y los otros niveles superiores con el fin de conseguir la solución de esta apremiante necesidad que tanto ha servido de perjuicio para los niños y adolescentes en nuestro barrio; utilizamos en primer lugar ese método como el medio de hacer las cosas en el lugar adecuado, en el momento adecuado y del modo adecuado, y buscando como fin la solución a este problema que tanto está perjudicando a los pequeños y púberes en mi barrio. De lo cual sólo recibimos como respuesta las declaraciones del delegado, donde este exponía que no se podía hacer nada por el momento debido a que no había recursos.

 

Pasado un tiempo, no se recibió respuesta alguna por parte de las instancias superiores gubernamentales en cuestión. Por lo que decidí volver a contactar con varios padres y madres que confluyeron en la redacción y firma de la carta anterior; para una segunda ocasión, volvimos a redactar otra aún más nutrida en la demanda y exigencia sobre la solución del problema y la necesidad de dialogar directamente con los niños, padres y madres. En esa segunda carta entregada por segunda vez al delegado de la comunidad y a las instancias superiores en el municipio y la provincia, expusimos y propusimos posibles soluciones, proponiéndoles y promoviendo soluciones nuevas a problemas viejos existentes en la comunidad.

 

En la segunda carta le exigimos a las autoridades gubernamentales que de no realizar las reuniones directas con los padres, entonces actuaran como correspondía, solucionar el problema lo antes posible; como propuesta expusimos que: de los más de medio millón de dólares que se recogen anualmente por las cosechas de tabaco en las zonas aledañas donde está asentada nuestra comunidad, dispusieran una cierta cantidad apropiada y la destinaran a crear, construir y habilitar dos locales de recreación y diversión, uno para niños menores de 10 años y otro para adolescentes y jóvenes mayores de 10 años. Cuyo dinero recaudado cada año por el gobierno, es cosechado en tabaco por los padres y madres, tíos y abuelos de la mayoría de esos niños, adolescentes y jóvenes en la comunidad que no tienen un lugar de recreación y diversión con qué contar. En la carta también incluimos que se aprobara la posibilidad de que alguien, que residía antes en la comunidad y ahora se encuentra residiendo fuera del país, pudiera gestionar y realizar estas construcciones para el fin del beneficio de esos niños, adolescentes y jóvenes.

 

En la propia carta solicitamos a esas instancias del gobierno, que se hiciera una encuesta en la comunidad mediante reuniones colectivas con todos los padres y con los niños para que así se comprobara la preocupación de los padres y madres sobre este tema y que así las autoridades conocieran las propuestas e ideas de ellos en pos de solucionar este grave problema; como lo habíamos solicitado en la primera, pero con diferencia en la segunda carta, donde las reuniones fueron exigidas y no solicitadas. Cuyas reuniones solicitadas y después exigidas por segunda ocasión con los padres y madres en la comunidad, nunca se llevaron a cabo, y aunque muchos padres y madres incluyeron el planteamiento del problema en otras reuniones en la comunidad para diferentes fines, tampoco las autoridades han hecho algo favorable al respecto de la situación.

 

Al ver la inoperancia de las instancias estatales y del gobierno, y de hecho no verse tangibles las respuestas del Gobierno ante tantos reclamos y propuestas, he optado por crear otra vía de solución, dialogué con varios padres para que, con ayuda de ellos, llevar a cabo un pequeño programa para los niños, lo cual implementamos, y agrego como “otras ideas y acciones que no estaban en esta lista de propuestas de soluciones del concurso”; lo cual ha servido como un gran aliciente en la solución a falta de espacios para los niños y niñas en mi barrio; y describo seguidamente:

 

En espera de alguna solución no garantizada por parte del gobierno, decidimos accionar nosotros por nuestros propios medios en pos de dar alguna solución temporal al problema existente en nuestra comunidad con las recreaciones de los infantes. Con los niños, realizamos diferentes actividades como excursiones recreativas y de distracción, así como instructivas y deportivas, también realizamos cumpleaños colectivos ya que muchos padres no tienen como celebrar económicamente un cumpleaños a sus hijos.

 

Adjunto una imagen en la que aparezco con algunos de los niños en un día de actividad; ellos como tantos otros también, se han beneficiado con la iniciativa que he tenido y con el apoyo de muchos de sus padres, incluso con el apoyo de amigos desde el exterior que han ofrecido en algún momento una ayuda para beneficio de esos niños y niñas. Dichos infantes han contado con una solución parcial a este problema que los afectaba, aun cuando las autoridades gubernamentales no han cumplido su deber de asistirles como debe ser.

 

Por Jesús Silva, dirigente del CID en Briones Montoto, Pinar del Río

 

El trabajo de Silva obtuvo un segundo lugar en el concurso: Cómo resolver un problema en mi barrio del Observatorio Cubano de Conflictos. 

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