A pesar que se ha hecho un intenso cronograma de visión de la cosecha tabacalera, el aprovechamiento de los suelos y el rendimiento que se quiere obtener, lo que informan las direcciones de muchas las CCS y CPA demuestra que no se alcanzarán las metas. En reuniones realizadas recientemente con campesinos del sector tabacalero se les ha manifestado de manera abierta la carencia total de todo tipo de productos para combatir las plagas que invaden a la aromática hoja de tabaco.
Ni con promesas ni con palabras se obtiene una buena cosecha de tabaco o de cualquier otro tipo de producto, si no está a pies del surco los insumos necesarios para darle a la planta el tratamiento que necesita. Los tabacaleros cubanos sufren mucho para realizar sus cosechas. En ocasiones vienen los tractoristas con las gradas de arrastre a pedir combustible al campesino necesitado de picar su tierra, porque la CCS o la CPA no lo tienen. Hay campesinos que tiene que cubrir con mantas de chiclo parte de las casas de curar tabacos porque están deterioradas por las inclemencias del tiempo, o porque los pocos recursos que se les brindan no son de larga duración, como por ejemplo las planchas de cartón con las que se cubren estos lugares. Otros, en medio de la zafra, con recursos propios y en forma urgente, tienen que construir tendales al aire libre, porque sus casas no tienen la capacidad de almacenar la preciada hoja y sus entidades no le dan ni el permiso ni los medios para agregar ni un solo aposento. En demasiados casos no llegan del todo o no llegan a tiempo insumos como hilo para ensartar, machetes, rejas y volteadoras para arado, guatacas, limas etc. La distribución de agua para las siembras casi nunca es oportuna. Faltan las posturas que se necesitan y los agricultores casi siempre tienen que recurrir a particulares que las venden a precios muy elevados.
El tabaco es de los principales rublo exportables de país pero no se puede augurar una buena cosecha, ni exhortar a los productores a llegar a sobrepasar el rendimiento estimado por hectáreas cuando ellos enfrentan tantas carencias. Los burócratas no se puede salir de atrás de un escritorio con una guayabera y zapatos relucientes e ir al campo a conversar de estrategias, metas y compromisos para la cosecha 2018-2019 con campesino a quienes se les prometen recursos y no se les cumple.
Leodán Suarez Quiñones, Defensor del Pueblo y dirigente del CID.
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