En la ciudad de Masaya, a solo 35 kilómetros de Managua, capital de Nicaragua, manifestantes contra la dictadura de Daniel Ortega se enfrentaron a una fuerte ofensiva lanzada el martes 19 de junio para recuperar el control de la ciudad, declarada en rebeldía por sus pobladores, lo que dejó al menos seis muertos y 40 heridos.
Detrás de trincheras de adoquines, los jóvenes, varios de ellos encapuchados, repelieron el ataque de los escuadrones de la muerte de Ortega conformados por fuerzas antimotines y grupos parapoliciales. Los jóvenes, conocidos como auto convocados, se protegen con escudos rudimentarios y usan armas que van desde piedras, tirapiedras y morteros pirotécnicos que se usan en las fiestas para lanzar fuegos artificiales.
Fuertemente armados, los escuadrones de la muerte de Ortega, vestidos de negro y muchos con pasamontañas, para que no se les reconozca, llegaron muy temprano a Masaya luego de que esta ciudad, históricamente combativa, se declaró el lunes en rebeldía para exigir la salida del poder de Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo.
La operación también tenía como objetivo rescatar al subdirector de la Policía Nacional, comisionado general Ramón Avellán, quien permanecía rodeado en el comando policial de Masaya desde hace más de dos semanas indicó el diario La Prensa. Aparentemente, el oficial fue evacuado en un helicóptero que lo trasladó a Managua.
En Ticuantepe, a 14 km de Masaya, resultaron heridas otras 37 personas cuando la policía y los grupos paramilitares y turbas atacaron el tranque (bloqueo) que era resguardado por decenas de jóvenes prácticamente desarmados. Ráfagas de fusil se escuchaban varias zonas de la ciudad y en su entrada principal.
“Organismos Internacionales están enterados del ataque a Masaya. Le pedimos al Gobierno de Nicaragua que detenga la represión y no dañe más su imagen de cara a la comunidad internacional. ¡El gobierno puede detener una masacre!”, escribió en Twitter el obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez.
Fuentes La Prensa, La Nación, AFP y La Nueva República
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