Artemisa, 22 de febrero de 2018
Dos días después de que el capitán de la Seguridad del Estado conocido como Javier visitó la vivienda de Mileisis Vigoa, delegada del CID en Artemisa, para amenazarla y cuestionarla y plantearle que no intercediera ante la crisis de abasto de agua que está sufriendo la población del reparto Toledo, el gobierno envía un tractor con cisterna con agua para paliar el problema que comenzó hace 12 días. Ahora los vecinos están resolviendo la falta de agua producida por la salida de circulación de la estación de bombeo “El Vivero”, cuya turbina volvió a quemarse como sucedió meses atrás.
“Mientras el gobierno no invierta en una turbina nueva y continúe aferrado en reparar la existente, los habitantes del Consejo Popular de Toledo seguirán padeciendo este tipo de problema y nosotros, como defensores de los derechos de nuestro pueblo, no tendremos otra alternativa que seguir denunciando la incapacidad de las autoridades para buscar soluciones duraderas en beneficio de la mayoría”, advirtió Gerardo Páez, Coordinador del CID en el occidente de la Isla.
Los vecinos saben que fue gracias a la presión ejercida por la Defensoría del Pueblo que las autoridades enviaron esa cisterna, como ocurrió hace algunos meses, cuando sus integrantes obtuvieron dos camiones cisterna para suministrar agua a sectores de la población afectados por la escasez. Al gobierno le preocupa que la Defensoría gane el reconocimiento de la población. En ese sentido, vecinos afines al CID y a la Defensoría han informado que son vigilados y fotografiados, al parecer para intimidarlos, controlar sus movimientos y vigilar los contactos que establecen con diferentes personas.
Quienes están llevando a cabo estas acciones son miembros de la “Brigada”, organización paramilitar que cumple órdenes de la Seguridad del Estado, encargados, entre otras funciones, de sitiar los sectores donde residen opositores, para así evitar que salgan de sus hogares cuando algún evento de importancia se lleva a cabo en el municipio o en la provincia.
Bajo estas condiciones de presión y persecución organizada por el régimen es que se desenvuelven y realizan su trabajo los defensores del Pueblo, en un país que desconoce los derechos de sus ciudadanos.
Por: Carlos Suárez, miembro de la Defensoría del Pueblo y Activista del CID, encargado de Prensa e Información
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