Nicaragua: la lucha en las calles puede ser inevitable

Por |2018-05-01T18:26:57-06:001 mayo, 2018|Nicaragua|1 comentario

El pueblo nicaragüense quiere salir de la dictadura de Ortega-Murillo. La juventud se lanzó a las calles a protestar y la Iglesia Católica los apoyó en los momentos de represión de parte de una policía impopular que el binomio entrenó para odiar. Si Ortega insiste en controlar el país como ha hecho hasta ahora, la lucha en las calles puede ser inevitable.

Daniel Ortega acudió a la Iglesia Católica para auspiciar un diálogo con el fin de ganar tiempo para tratar de mantener el poder.  Decidir si el pueblo se lanza a las calles no es una cuestión de preferencias personales, es un asunto de circunstancias y de estrategia. El dictadorzuelo puede renunciar ante la opción de una investigación que lo condene como el autor intelectual de los crímenes recientes y/o un pueblo en la calle dispuesto a las últimas consecuencias.

El ex-miembro del Frente Sandinista y sacerdote, Ernesto Cardenal, cree que no se debe ir a un diálogo para lograr el objetivo y el Obispo Silvio Báez, que también afirma que el matrimonio tiene que irse, parece apoyar la idea de unas negociaciones para evitar más violencia y pide presión de parte de la comunidad internacional.  Reproducimos las declaraciones de ambos. Una publicada en El Diario de las Américas y la otra en 100% Noticias.

OBISPO SILVIO BÁEZ: “ORTEGA Y SU ESPOSA TIENEN QUE ABANDONAR EL PODER”

Publicado Por 100 Noticias3 – 26/04/2018

El único modo para democratizar a Nicaragua es que el Presidente Daniel Ortega y su esposa, Rosario Murillo “tienen que abandonar el poder”, así lo dijo el Obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, quien también pide a la comunidad internacional exigir la democratización de su país.

“Mire, de lo que yo he podido escuchar en estos días, el clamor generalizado de la población de Nicaragua es precisamente eso. Esta gente tiene que abandonar el poder porque es el único modo de democratizar Nicaragua y de que este país vuelva a ser una República fundada en la justicia social y en la libertad para todos”, dijo Báez.

Báez indicó que los nicaragüenses no están dispuestos a dar un paso atrás y piensa que en el diálogo nacional que se entablará “en un momento saldrá este punto porque el pueblo lo está pidiendo, el pueblo lo está exigiendo”.

El religioso señala que Nicaragua ha estado secuestrada por muchos años por la pareja presidencial instalando una dictadura que domina todos los poderes del Estado.

“En Nicaragua ha existido una dictadura desde hace muchos años, hemos vivido bajo un régimen que ha coartado la libertad de expresión, que ha intimado continuamente a la sociedad, que ha irrespetado los derechos humanos y la vida de tantas personas, que se ha impuesto con un lenguaje seudo religioso e intimidatorio, una pareja con su familia que se ha instalado en el poder de manera absoluta, dominando todos los poderes de Estado. Este ha sido un país que ha estado secuestrado por muchos años. En este momento tenemos la esperanza de recuperar nuestra patria”, expresó el obispo.

Asimismo, el Obispo destaca el papel de los jóvenes en las protestas, las mayores víctimas de asesinato y represión por parte de la Policía Nacional.

“Les debemos a los jóvenes de Nicaragua este despertar que trae nueva esperanza para el  país. Esperamos dialogar con el gobierno bajo ciertas decisiones precisas. Tienen que cesar la represión, el ejército y policía tienen que recluirse en sus cuarteles, tiene que liberar a todos los jóvenes que están, en este momento, encarcelados y mostrarlos a todos porque hay muchos desaparecidos. Finalmente, estamos exigiendo al gobierno que en la mesa de diálogo no solamente se toque tema de seguro social, si no que se abra una agenda generalizada para que se pueda abrir el camino para una Nicaragua democrática”, afirmó.

“Este es un pueblo pacífico y quiere un cambio por vía democrática. La presión internacional es decisiva. Les pido a los gobiernos del mundo que vuelvan sus ojos a Nicaragua”, concluyó.

*Foto: Confidencial

Sacerdote en Nicaragua le dice no al diálogo y sí al cambio de Gobierno  (Publicado por El Diario de las Américas)

30 de abril de 2018 – 08:04

«El diálogo no tiene sentido porque el diálogo es para entenderse, y nosotros no nos podemos entender», dijo el autor de «El Evangelio de Solentiname», que hace dos años se declaró «perseguido» por Ortega y por su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, a quienes acusó de dirigir «una dictadura».  El sacerdote nicaragüense Ernesto Cardenal.

El poeta y sacerdote nicaragüense Ernesto Cardenal dijo que «no debe haber diálogo» entre el presidente Daniel Ortega y la sociedad civil, sino que debe elegirse «otro Gobierno, una república democrática», tras la ola de violencia que el país vivió la semana pasada a raíz de protestas estudiantiles.

En entrevista exclusiva con dpa, Cardenal (Granada, 1925) se refirió a las protestas protagonizadas por miles de jóvenes en Managua y otras ciudades del país, donde la acción policial dejó decenas de muertos y cientos de heridos y detenidos, según entidades no gubernamentales. El Gobierno sólo reconoce diez fallecidos.

«El diálogo no tiene sentido porque el diálogo es para entenderse, y nosotros no nos podemos entender», dijo el autor de «El Evangelio de Solentiname», que hace dos años se declaró «perseguido» por Ortega y por su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, a quienes acusó de dirigir «una dictadura».

«Lo que queremos es que haya otro Gobierno, una república democrática. ¿Para qué diálogo? Nada de diálogo», insistió al ser consultado sobre las pláticas que se espera se realicen con mediación de cinco obispos de la Iglesia católica, en fecha aún no divulgada.

Autor de «Epigramas» y «Cántico Cósmico», entre una vasta obra literaria, Ernesto Cardenal es a sus 93 años el poeta vivo más importante de Nicaragua. En la década de 1970 fundó en la isla de Solentiname, sur del país, una comunidad de pintores y poetas que luego apoyaron a las guerrillas del Frente Sandinista.

Cardenal, ministro de Cultura durante la revolución sandinista (1979-1990), opinó que fueron «proféticas» las palabras de su hermano Fernando, sacerdote jesuita que dirigió la campaña de alfabetización y falleció en 2016: «Mi esperanza es que los jóvenes vuelvan a las calles a hacer historia».

«Ahora repentinamente en todo el país han surgido los jóvenes en protestas, tomándose las calles. Algo que no se esperaba porque la juventud parecía dormida, o que sobre ella había caído una losa sepulcral. Mi hermano lo habrá visto ahora desde la eternidad. Nicaragua en todas partes ha resucitado», afirmó.

Recordó que ahora, como hace 40 años, Nicaragua ha vuelto a ser noticia mundial. «Durante muchos años yo había estado teniendo una oración tomada de uno de los ‘Salmos’: Señor, haz que volvamos a ser lo que fuimos. ¡Y he sido oído!», aseveró.

Divorciado de Ortega y del Frente Sandinista desde hace dos décadas, Cardenal criticó la «locura y arrogancia» del Gobierno, en especial los más de 130 gigantescos árboles luminosos de hierro que Murillo instaló años atrás en distintas zonas de Managua, varios de los cuales fueron quemados y derribados durante las protestas.

«En un país tropical, de selva feroz, los árboles verdaderos estaban siendo talados y plantados árboles secos, de hierro, con un derroche de luz eléctrica que no le llega al pobre. País con alamedas de colores locos y un Gobierno de locura y arrogancia», sentenció.

Las protestas se iniciaron en rechazo a una reforma al Seguro Social anunciada el 16 de abril pasado, y se extendieron a 14 ciudades del país tras la violenta respuesta de la Policía y de fuerzas de choque del Gobierno, que solamente ha reportado diez muertos.

Sin embargo, el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) y la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), ambos no gubernamentales, registran 42 y 63 fallecidos, respectivamente. La mayoría eran jóvenes universitarios que murieron por impactos de bala, según sus investigaciones.

Un comentario

  1. Miriam Sarmiento 8 junio, 2018 en 9:25 am - Responder

    Todos estos caudillos de pacotilla, vulgares, sin preparacion para ejercer el liderasgo de un pais, actuan igual. Solo les interesa el poder para vivir a costa de la sangre de sus pueblos. Sin personalidad ni vocabulario, son la representacion de la basura corrompida que se asienta en la presidencia de un pais que no repara en destruirlo. Los pueblos tienen que despertar y sacarlos de la comodidad en la que viven sin importarle que los ciudadanos coman o no. Arriba Nicaragua! Que Dios los proteja y guie.

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