Ortega provoca guerra civil en Nicaragua, quince asesinatos en un día y un número desconocido de heridos

Por |2018-06-01T02:55:07-06:001 junio, 2018|Nicaragua|Sin comentarios

Manifestación madres de abril, 30 de mayo

La masiva marcha opositora de las Madres de Abril, en conmemoración del día de la madre –que en Nicaragua se celebra el 30 de Mayo-, realizada en Managua, fue blanco, al cierre de la actividad, de un ataque con armas de fuego con saldo de quince fallecidos y un número desconocido de heridos.  Participantes denunciaron que francotiradores escondidos en árboles y edificios disparaban a matar con rifles de alto calibre. Todo indica que Ortega provoca una guerra civil en Nicaragua.

 

De acuerdo con diversos cálculos de sectores de oposición, ese incidente, sumado a otros hechos de violencia registrados anoche y esta mañana, elevan a más de 120 el total de víctimas fatales de la represión iniciada el 18 de abril por fuerzas policiales antimotines y turbas de la juventud sandinista que suelen movilizarse armados con pistolas y fusiles AK-47, que disparan arbitrariamente.

 

Los miles de participantes en “La madre de todas las marchas”, organizada por sectores de la sociedad civil opositora, cubrieron varias cuadras, y así avanzaron expresando apoyo a las madres quienes han perdido hijos en el contexto de la represión gubernamental. La manifestación se desarrolló sin inconveniente durante la mayor parte del trayecto, pero llegando al punto de conclusión, en la zona donde se ubica la Universidad Centroamericana (UCA), las personas ubicadas en el sector de inicio de la marcha fueron atacados a balazos, lo que causó víctimas fatales y heridos

 

Desde la semana pasada, la represión se ha centrado principalmente en Managua –en zonas universitarias- así como en Masaya –en sectores tales como Niquinohomo y Monimbó- donde se ubican algunos de los principales focos de resistencia popular. También ciudades localidades como Chinandega, Cuapa, Jinotega, Matagalpa, entre muchas otras, registran tenaz oposición antigubernamental, la que es fuertemente reprimida.

 

Entre los objetivos de la policía y las turbas figuran, de manera destacada, los “tranques”, como se conoce popularmente, en Nicaragua, a los bloqueos hechos por la población a calles y carreteras.  Los tranques son mantenidos con firmeza por pobladores de las comunidades cercanas a los puntos donde son levantados.

 

Están construidos principalmente con adoquines además de materiales inflamables a los que se prende fuego- sirven el propósito múltiple de obstaculizar el avance de las fuerzas represivas, proteger a quienes los defienden, impedir el flujo normal de tránsito vehicular en general. Algunas de estas barricadas fueron removidas, pero nuevas estructuras han sido rápidamente erigidas en otros sitios –y en mayor número-.

 

Además de mantenerse en tranques y realizar manifestaciones –masivas en reclamo de que el presidente Daniel Ortega y su esposa la vicepresidenta Rosario Murillo, renuncien, la población opositora también se ha dedicado a derribar varias de los centenares de las esculturas metálicas, con forma de árboles de grandes dimensiones, en diversos puntos de la capital.

 

Las estructuras fueron instaladas a iniciativa de Rosario Murillo, quien las denominó “Árboles de la Vida”, pero que popularmente son conocidos como “arbolatas” –en alusión al metal- y como “chayopalos” –en referencia al sobrenombre de la vicepresidenta: Chayo-.  El recurrente derribamiento de “chayopalos” pareciera constituirse en un adelanto de la principal exigencia de la oposición: la renuncia de Ortega y Murillo.

 

La pareja gobernante ha aumentado la seguridad de la zona donde viven.  De acuerdo con imágenes difundidas por medios de comunicación nicaragüenses, sumado a las vallas metálicas que habitualmente están colocadas en la calle frente al inmueble, al inicio de esta semana fueron colocadas, detrás de esas estructuras, por lo menos dos gruesas barricadas, de aproximadamente un metro de altura cada una, construidas con pesados bloques de piedra cantera.

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