¡Que este par de psicópatas se vayan!

Por |2018-07-14T08:52:34-06:0014 julio, 2018|Nicaragua|Sin comentarios

Si Daniel Ortega creía que mandando a sus asesinos a las calles podía aterrorizar al pueblo nicaragüense se equivocó totalmente.  Después de 2100 heridos, un número desconocido de secuestros y de más de 351 asesinatos de opositores desarmados, la mayoría de ellos jóvenes que murieron por disparos al cuello o a la cabeza, el pueblo ha reaccionado con un valor y una determinación admirable: ¡Que este par de psicópatas se vayan!

 

Esta rebelión pacífica comenzó hace menos de tres meses, el 19 de abril pasado, motivada por una protesta contra un cambio en el sistema de impuestos a las jubilaciones.  La reacción desmedida y brutal de Daniel Ortega y su mujer, Rosario Murillo, contra los manifestantes en desacuerdo con ese cambio transformó el descontento en un movimiento popular que exige que Daniel Ortega y su vicepresidente, Rosario Murillo, se vayan del poder.

 

El fin de semana pasado, del sábado al lunes 9 de julio, la dictadura de Ortega cometió otro error fatal cuando lanzó un ataque de sus paramilitares, con las caras cubiertas y con armamento pesado, para asesinar a jóvenes desarmados en las ciudades de Diriamba y Jinotepe, con un saldo de aproximadamente una veintena de fallecidos, decenas de heridos y cientos de detenidos.

Ante esta ofensiva desmedida los obispos de la Conferencia Episcopal se trasladaron al departamento de Carazo a tratar de amparar a un grupo de ciudadanos que se encontraban dentro de la Basílica de San Sebastián y estaban sitiados. Fue en este lugar donde la jerarquía católica nicaragüense fue agredida e insultada por las turbas enviadas por Ortega, que entraron a la basílica a destruir lo que encontraban.

 

La respuesta del pueblo ante los asesinatos y la agresión contra  los obispos y sacerdotes fue llamar a una marcha “Unidos somos un volcán” en la que el jueves 12 de julio, miles de nicaragüenses se manifestaron en las calles de Managua en repudio a la dictadura de Ortega, exigiéndole que se vaya del poder y ratificando su disposición de seguir la lucha hasta lograr una Nicaragua democrática.  En la marcha, una señora de mediana edad al ser entrevistada sintetizó con vehemencia la opinión del pueblo: ¡Exigimos que este par de psicópatas se vayan!

 

Artículo de La Nueva República 230-B

Ver archivo de La Nueva República

Deja tu comentario